Universidad Nacional. Campus Omar Dengo

Miradas de nuestro quehacer

Por
Kenneth Alfredo Cubillo Jiménez

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Equipo ENMUCR

En el marco de la actividad académica “Educación Continua: un espacio de formación integral en contextos rurales”, impulsada por la División de Educación Rural (DER) en conjunto con la Cátedra de Gestión Curricular de la Escuela de Ciencias de la Educación de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), se celebró el Primer Encuentro Nacional de Maestras y Maestros Unidocentes, bajo el lema: “Fortaleciendo el rol transformador de la persona unidocente y la educación rural”. La actividad tuvo lugar en el auditorio del Centro de Transferencia Tecnológica y Educación Continua del Tecnológico de Costa Rica (CTEC–TEC), en San Carlos, del 19 al 21 de junio de 2025.

Este evento reunió a maestras y maestros unidocentes, personas asesoras y supervisoras escolares, académicos universitarios y público en general, con el objetivo de fomentar el intercambio de experiencias, estrategias pedagógicas y buenas prácticas entre docentes unidocentes de todo el país. El propósito central fue resignificar la educación en contextos rurales y visibilizar el papel fundamental de la persona unidocente en el aprendizaje de las escuelas multigrado.

Para este primer encuentro contamos con el apoyo de COLYPRO, la Universidad de Costa Rica, el Instituto Tecnológico Costarricense y el Ministerio de Educación Pública, en especial de la Dirección Regional de Educación de San Carlos. 

Al organizar este encuentro, la Universidad Nacional —desde la DER— reafirmó su compromiso con la educación rural costarricense, elemento clave para garantizar la equidad y la justicia social en todos los territorios del país. Desde hace más de 40 años, nuestra unidad académica ha asumido como objeto de estudio este ámbito, con la convicción de que comprender la realidad de las escuelas rurales —y en particular de las escuelas unidocentes— es esencial para formar profesionales sensibles, críticos y comprometidos.

El encuentro fue enriquecido no solo con los valiosos aportes del magisterio unidocente nacional, sino también con la participación de la maestra Silvia Michelli y el maestro Pol Zayat, provenientes de Córdoba, Argentina, quienes compartieron su experiencia y conocimientos en la materia.

Este espacio de diálogo permitió reconocer que, detrás de cada clase multigrado, de cada recreo acompañado, de cada trámite administrativo y de cada festividad escolar, hay un enorme esfuerzo y entrega de las personas educadoras unidocentes. Gracias a ellas, la educación pública llega a cada niño y niña, sin importar la distancia ni las condiciones de acceso a sus comunidades.

Asimismo, el diálogo propició una reflexión profunda sobre el reto de mejorar la calidad de la educación rural, especialmente en las escuelas unidocentes. Este desafío no debe recaer únicamente sobre estos profesionales: como país, urge que sumemos voluntades para fortalecer estos espacios educativos.

Para ello, es imprescindible dignificar la figura del maestro y la maestra rural unidocente: garantizar un salario justo, reducir la carga burocrática, ofrecer formación continua pertinente y de calidad, y crear redes de apoyo y acompañamiento permanente. Y, sobre todo, estar presentes donde muchas veces la soledad parece ser la única compañía.

Además, se hace urgente propiciar acciones que materialicen el derecho pleno a la educación, asegurando a la niñez el acceso a la tecnología, al arte, la cultura y el deporte en espacios físicos dignos.