Por
Alex Zúñiga Morales
Académico DE
El pasado primer ciclo, en el marco de los cursos Vida Universitaria y Modalidad Presencial y a Distancia, Desarrollo Humano Integral y Pedagogía para la Escuela Rural, se llevó a cabo una gira educativa con el estudiantado del grupo 27 -San Carlos, con el propósito de acercar a los saberes y prácticas del aula abierta como facilitadores de los procesos de enseñanza y aprendizaje en contextos rurales.
Esta experiencia de aprendizaje comprendió visitas a los siguientes espacios:
Escuela San Francisco de Peñas Blancas: visita a esta institución educativa donde nuestros estudiantes tuvieron la oportunidad de conocer de cerca la realidad educativa de una comunidad que valora profundamente la enseñanza, la agricultura sostenible y el entorno ecológico.
Finca Educativa Don Juan: un espacio modelo en prácticas sostenibles y educación ambiental. Allí, los estudiantes exploraron temas como la agricultura orgánica, el manejo responsable de los recursos naturales y la importancia de la biodiversidad. La experiencia fue altamente interactiva, con recorridos guiados, talleres prácticos y reflexiones grupales sobre el papel de la ecología en la vida cotidiana y profesional.
El grupo 27 está conformado por 18 estudiantes de nuevo ingreso en la carrera de Educación Rural, quienes iniciaron el I Ciclo 2025 en un entorno completamente virtual. Esta gira representó su primer encuentro presencial, lo que permitió no solo cumplir con los objetivos académicos, sino también fortalecer la convivencia, el compañerismo y el trabajo en equipo.
Durante toda la experiencia se promovieron valores como el respeto, la empatía y la solidaridad, en coherencia con las temáticas abordadas en los cursos. La gira permitió integrar los conocimientos teóricos adquiridos en las sesiones virtuales con vivencias concretas en contextos comunitarios reales.
Para el equipo académico, fue una experiencia profundamente enriquecedora tanto a nivel profesional como personal.
Se agradece el ambiente de respeto, amabilidad y calidez brindado por los participantes y por las personas que nos recibieron en cada lugar visitado. Aprendimos directamente desde el territorio, construyendo aprendizajes significativos que continuarán desarrollándose en el aula.
Fue una experiencia transformadora que dejó huella en cada participante, reafirmando la importancia de la educación vivencial en la formación integral del estudiante universitario.